ENTRADA LEGIONARIA....
La legión solo se quita el Chapiri ante su Protector.
En la primavera de 1928, en el corazon de una aldea palentina, una mujer mayor, vestida totalmente de negro, lloraba desconsolada. En su mano, una estampa y una carta. La llevaba en su pecho su hijo Francisco Jimenez Serrano "Paco", el dia de su muerte.
Rezaba asi :
" Madre, usted esté bien. Mire, ya estoy más tranquilo, porque en la carta que me envió y que le dijo que escribiera el primo Luis me decia usted que padre estaba mejor de los achaques. Ya sé que mi salida de la casa no fue la mejor, pero ya estaba bien de hambre y de vida dura, madre...
No es que aqui la vida no sea dura, pero tengo gente de mi edad, como e incluso me dan algun dinerillo. Ahi llevas mi paga, la soldada de este mes. No es mucho... pero menos teniamos. Aqui estoy bien, no se preocupen, de verdad. Hay buena gente, y aunque, peleas con los enemigos, nada tienen que temer. Estamos seguros y mucha gente cuida de mi.
Madre, mire, estuve en Malaga. Malaga es un ciudad hermosa, con mar, al que por cierto estuve viendo un buen rato desde la orilla, y me gusto mas que cuando me monte por primera vez en el barco con mis compañeros del acuartelamiento.
Hay mucha luz y el azul del cielo es precioso. Vi las procesiones de Semana Santa, poque fuimos para hacerle la guardia al Cristo de la Buena Muerte, en una iglesia que se llama Santo Domingo. Me tocó en el sorteo y estuve en Malaga varios dias. Conoci a mucha gente y vi a unos Cristos y a unas Vigenes muy bonitas, con muchos nazarenos y mucha gente en la calle, Aqui la gente se desvive por las imagenes... Ya sabe, madre, que yo de religion... Vamos que siempre me echó usted en cara que no fuera a misa, y don Servando me regañaba siempre que me veia. Madre, tenia que salir del pueblo... Mire con el Cristo de la Buena Muerte me pasaron muchas cosas. Delante de Él me emocioné porque los imaginaba a usted y a padre conmigo, en casa, sentados delante de la chimenea, con el puchero puesto mientras fuera caia la nieve. Delante de aquel Cristo senti cómo mi cuerpo se ponia nervioso, cómo mi mirada fija se humedecia por las lagrimas...¿Por qué lloré?. No sé, madre, no sé...¿Por padre?. ¿Por usted?.¿Por mi?. ¿Por ese Cristo muerto...?. No creo en Dios, pero ese Cristo me impesionó, madre, y pensé que me gustaria haber estado el dia que lo crucificaron para haber evitado su muerte, y, si acaso, haber dado mi vida por él...Eso me han enseñado aqui, a sentir la vida, a quererla, pero tambien a ser generoso con ella. Madre, aquel Cristo me llena los sueños y ocupa mi cabeza. Aquel Cristo de la Buena Muerte es hermoso y transmite muchas cosas... Estoy asombrado por aquella imagen... Madre, cuando vuelva a España iré a verlos y me los traeré a Malaga y ustedes se llenarán de orgullo al verme vestido de legionario con ese Cristo moreno sobre la Cruz en Santo Domingo, y comprenderán que aunque yo no crea mi corazon, ahora, esté siempre con él... Te guarde ese Cristo madre, que tu hijo legionario te manda esta estampa que me dieron los cofrades de Malaga para que le reces y me esperes con padre, viejo gruñon,¡ cómo lo quiero!... No podia seguir alli, madre, tanta miseria, tanta hambre... Ahora hago algo util y ademas he conocido al Cristo de la Buena Muerte. Me he enamorado de ese Cristo. Madre. te quiero más que a mi vida, pero tenia que irme. No llore, que la conozco, El mes que viene le volveré a escribir y a mandar el dinero. Un beso a padre, y a Braulio, el pequeño, mi hermano amado. Los echo de menos. Muchom Ahora pienso en ustedes y en el Cristo de Malaga, el de la Buena Muerte".
El os bendiga.
Vuestro hijo. Paco, que no os olvida".
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